La pandemia de COVID-19 ha cambiado las perspectivas de los consumidores sobre los alimentos, y algunos cambios pueden llegar para quedarse.
Por Kindra Gordon, editora de campo.
Comprar comestibles en línea y pedir comida, que no sea pizza, para recibirla en la puerta de la casa, son dos tendencias alimenticias que se han acelerado rápidamente entre los consumidores debido a la pandemia de COVID-19. Es muy probable que éstas no sean tendencias temporales.
La pandemia de COVID-19 ha puesto a los alimentos en un primer plano y está transformando la forma en que compramos y vendemos alimentos, observa Jessica Adelman, ex ejecutiva de comestibles de Kroger y actual directora ejecutiva de ESG Results. Este cambio en la industria alimentaria actual, probablemente determinará quién avanzará y quién se quedará atrás, agregó.
Adelman, quien habló a través de una retransmisión por internet como parte de la experiencia virtual “Alltech ONE” a fines de mayo, dice que uno de los principales cambios que ocurren con los alimentos es el regreso a las comidas en casa. Desde 2015 hasta principios de 2020, el consumo de alimentos preparados fuera del hogar fue mayor que la cantidad de alimentos preparados en casa.
Sin embargo, como resultado del coronavirus, los analistas de alimentos predicen un regreso de $100 mil millones de dólares de los restaurantes y el servicio de alimentos, al mundo minorista.
Oportunidad en los alimentos
“A la gente realmente no le importa la infraestructura que hay detrás. Solo le importa saber que puede conseguir lo que desea, en el lugar que quiere, a un precio competitivo y cuando lo quiere". - Jessica Adelman.
Mientras que la mayoría de los minoristas están pasando apuros y muchos están cerrando debido a la reducción del gasto de los consumidores debido a la pandemia, Adelman señala que es una buena oportunidad para la industria alimentaria y de comestibles, ya que se está experimentando un auge en este rubro.
A modo de ejemplo, durante marzo, el primer mes de cierres en los Estados Unidos, Nielsen informó que se gastaron $18,800 millones de dólares en alimentos envasados (CPG, sus siglas en inglés), lo que se atribuyó directamente a las compras relacionadas a COVID. Aproximadamente $10 mil millones de dólares de eso, se atribuyen a un mayor consumo, y $ 8.2 mil millones de dólares se atribuyen directamente a aumentar la cantidad de alimentos almacenados en la alacena.
Adelman informa que el 70% de los estadounidenses dicen que todavía quieren tener la posibilidad, y les gusta, ir a la tienda de comestibles. Por lo tanto, dice, “Esto nos conduce a pensar que la industria alimentaria es uno de los únicos sectores que está contratando personal activamente y prosperando durante esta pandemia”.
Adelman anticipa que los minoristas que más batallarán son los independientes, lo que los llevará a una mayor consolidación e incluso a hacer monopolios tanto a nivel regional como nacional de la cadena alimentaria minorista. Junto con el crecimiento del gasto en alimentos, está el auge del comercio electrónico.
Adelman dice que los datos de Nielsen mostraron que los pedidos de comercio electrónico, experimentaron un aumento en el mes de marzo, con un incremento del 60% de los pedidos en línea. Significativamente, el 37% de ese crecimiento provino de nuevos hogares y el 45% de los nuevos compradores en línea tenían más de 55 años.
A medida que esta “nueva normalidad” para el comercio electrónico continúa evolucionando, dice Adelman, es más probable que los minoristas con una buena infraestructura logren salir de la transición bien posicionados. Ella anticipa que podría desarrollarse una combinación de tiendas que ofrezcan ventas tanto físicas como en línea, similar a la que sucedió cuando el gigante del comercio electrónico Amazon compró Whole Foods.
Ya sea que los minoristas estén en línea o a la vuelta de la esquina; lo importante será construir una relación emocional con su base de clientes, explica Adelman.
“A la gente realmente no le importa la infraestructura que hay detrás”, dice. “Las personas solo quieren saber que pueden conseguir lo que desean, en el lugar que quieren, a un precio competitivo y en el momento que lo quieren”.
Buscando la ciencia
Una tendencia alimentaria secundaria surge como resultado del COVID-19, y es que los consumidores reconocen la importancia de la salud y la relación de ésta con los alimentos. Adelman dice que los “alimentos funcionales”, o los alimentos que se consideran medicamentos, se están volviendo cada vez más comunes.
“Estamos tomando estos pasos drásticos para preservar nuestra salud y seguridad en este momento”, dice ella. “Todos estamos mucho más comprometidos con los alimentos, la seguridad alimentaria y cómo mantenernos saludables a largo plazo”.
Junto con eso, está el desarrollo de un sentido renovado de confianza en la ciencia en el mundo de los alimentos, el cual ha sido tradicionalmente cauteloso con la ciencia.
“Podríamos estar en el punto de inflexión en el que los consumidores permitirán que la ciencia vuelva a entrar en el debate sobre agricultura, alimentación y nutrición”, sugiere. “Ha sido muy interesante ver cómo COVID-19 ha llevado a una revalorización de los científicos, la ciencia, los médicos y en general, el regreso de los expertos; y podríamos tener un nuevo interés por permitir que los expertos hagan más para garantizar la seguridad alimentaria, en lugar de esperar solamente lo mejor, lo que significa que podríamos tener la oportunidad de alimentar a los 10 mil millones de habitantes y al mismo tiempo preservar mejor nuestro planeta”.
Atraer a los consumidores
Comprometidos con los consumidores finales, la agricultura y los alimentos agrícolas, deben dimensionar las oportunidades y “escribir su propia historia”, dice Adelman.
“La pregunta retórica que les planteo es, ¿Quiénes quieren ser durante y después de la pandemia de COVID-19?’”, Preguntó Adelman durante su presentación. Ella le dijo a la audiencia agrícola mundial: “Los animo a que escriban sus propios titulares ahora; y los animo a pensar en quién quieren ser y cómo quieren dirigir sus organizaciones para que, al salir de este capítulo, ustedes escriban los mejores titulares y párrafos principales sobre la conducta, la resiliencia y el coraje de su organización durante COVID-19.
“Específicamente, dice Adelman, los consumidores post-pandémicos estarán más en sintonía y serán más leales a las marcas que mostraron un fuerte enfoque durante la crisis en los aspectos ambientales, sociales y burocráticos, de sus diferentes negocios. Ella explica: “Las empresas que son audaces también deben asegurarse de cuidar a sus comunidades y a su fuerza laboral al mismo tiempo, lo cual es un acto de equilibrio difícil, pero si adoptan un enfoque de capitalismo holístico y piensan en el largo plazo, podrán salir con éxito y emerger como uno de los ganadores de este capítulo de la historia “.
¿Qué otras tendencias alimentarias se esperan de los consumidores como resultado de la pandemia?
Shawn Darcy, director de investigación de mercado de consumidores de la Asociación Nacional de Ganaderos (NCBA por sus siglas en inglés), informa que la investigación de mercado indica que, alrededor del 65% de los consumidores están preocupados por el corto tiempo de anaquel de los alimentos básicos como la leche, los huevos, el pollo y la carne de res. Darcy dice que esto sugiere que este comportamiento de abastecimiento probablemente continuará.
Sin embargo, Darcy informa, que los datos recientes muestran que a los consumidores no les preocupa que el coronavirus esté en los productos alimenticios, sino más bien que el virus se transmita desde el empaque o por los empleados que empacan los alimentos.
Para el futuro, dice Darcy, los datos de la industria de la carne de res continuarán sugiriendo, que las preocupaciones de los consumidores relacionadas con la carne, parecen depender de las percepciones ambientales o de producción. Dice que estos temas comenzaron a aflorar con regularidad en 2012 y 2013. Hoy en día ya no son conversaciones separadas. Ahora son factores que los consumidores toman en cuenta para sus elecciones de comidas junto con el sabor, el valor y la salud. Por lo tanto, es un tema de educación, que los comercializadores de carne de res y los consumidores, deben esforzarse por continuar mejorando.
Acortar la cadena de suministro de todos los alimentos es otro tema en la mente de los consumidores, informa Ujwal Arkalgud, director ejecutivo de MotivBase, una empresa de investigación de etnografía de datos. En mayo durante una retransmisión por internet del “Center for Food Integrity”, explicó que antes de la pandemia, la conversación sobre sustentabilidad estuvo salpicada de críticas sobre las grandes corporaciones y sus motivos de lucro. Ese sentimiento ahora está pasando a un segundo plano a medida que las conversaciones en línea giran en torno al uso de la tecnología para mejorar el sistema alimentario.
Los consumidores hablan de “las distancias que recorren los alimentos”, informa Arkalgud. Quieren comprar alimentos que potencialmente viajen distancias más cortas. Si bien el tema se está tratando actualmente entre los primeros usuarios, se espera que la cantidad de personas que hablen sobre este tema, se incremente en casi un 50% durante los próximos 48 meses, sugiere Arkalgud.
También informa que están ganando terreno las conversaciones sobre el tema de hidroponia y agricultura vertical como soluciones sustentables, y también el tema de la carne producida en laboratorio, como un medio para reducir los efectos ambientales de la actividad ganadera tradicional y resolver las preocupaciones sobre el bienestar animal.
Artículo publicado en la edición Octubre 2020 del Angus Journal.
Traducción por Mena Producciones.
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