Autor: Justin Sexton
Nota del editor: Justin Sexton es Director del Programa de Provisión de Hacienda de Certified Angus Beef. “Beef Magazine”, 15 de febrero de 2018.
En Argentina, finalmente se está trabajando en una nueva clasificación que incluye el marmoleo como concepto de calidad. Por eso nos parece importante, desde esta Revista Angus, no sólo mostrar el potencial que tiene la raza Angus para aprovecharla, sino también, divulgar trabajos que muestren cómo expresar mejor el potencial de calidad, combinando la genética con la alimentación.
Estudios previos sugerían que el mismo biotipo de animales, si alcanzaban igual nivel de grasa dorsal, tendría un marmoleo intramuscular similar. Pero algunas investigaciones hoy muestran que la dieta que reciben previamente como becerros, antes de entrar a la engorda, puede marcar una diferencia en el marmoleo intramuscular, aun cuando tengan el mismo nivel de grasa dorsal.
Investigadores de la Universidad de Nebraska compararon recientemente tres sistemas de alimentación en los becerros, y al menos uno de ellos podría ser una buena opción para su rancho.
Un sistema basado en ensilaje es el modelo más común para quienes destetan sus propios becerros, en Estados Unidos, pero el trabajo de Nebraska también analizó dos opciones de pastoreo directo. Un lote de becerros estuvo en un potrero de avena y colza, sembradas después de la cosecha de ensilaje de maíz, mientras que el otro lote estuvo en rastrojo de maíz, más un suplemento de granos de destilería al 0.9% de su peso corporal.
El sistema de ensilaje duró 53 días, mientras que cada opción de pastoreo se extendió por un total de 93 días, incluido un mes con dieta de ensilaje, antes de pasar a la pradera de engorda, donde todos los grupos fueron terminados en aproximadamente 160 días, para alcanzar un espesor de grasa dorsal promedio de 15 milímetros. Los becerros que crecieron únicamente con ensilaje, engordaron más rápido, con una ganancia diaria promedio (GDP) de 1.5 kilos, por lo que fueron movidos a la pradera de engorda y terminados 40 días antes que sus compañeros.
La ganancia diaria para cada uno de los sistemas dependió de la cantidad de energía que podían consumir los becerros. El pastoreo con suplementación tuvo la GDP más baja, con 900 gramos diarios, mientras que con avena verde y colza resultó intermedia, con 1 kilo diario. La ganancia en el potrero fue mayor para los becerros que habían pastoreado, algo normal después de un tiempo con dieta restringida, pero los becerros en ensilaje fueron más eficientes en la alimentación. El peso corporal final fue mayor para los dos ensayos de pastoreo, lo que significó un mayor peso de la canal.
El estudio fue diseñado para alcanzar un nivel similar de grasa dorsal en todos los becerros, pero ello no significa que el resultado haya sido el mismo con la grasa intramuscular. Los grados de marmoleo fueron más bajos para los animales alimentados en rastrojo de maíz, seguidos por los becerros en avena y colza, y los más altos, para aquellos que sólo recibieron ensilaje.
El reciente estudio de Nebraska mostró pequeñas diferencias en el grado de marmoleo, debido a los sistemas de crianza. La menor tasa de ganancia de los becerros en rastrojo de maíz dio como resultado el porcentaje de Choice más bajo, a pesar de las ganancias más rápidas en la pradera y el mayor peso de la canal. Esto se debe a que el marmoleo es un proceso que se desarrolla durante toda la vida. Incluso, un aumento diario moderado presenta un riesgo en la disminución del grado de calidad (falla en la expresión del potencial genético), debido a la obtención de una ingesta limitada de forraje, estrés en el transporte o inclemencia climática.
Usted no necesita llevar a cabo su propio estudio, pero observe cualquier información sobre los becerros que se enfermaron durante la crianza: podrá tener una clasificación de calidad inferior, y parte de eso es la interrupción en la nutrición constante. Comienza mucho antes de eso, por supuesto, ya que sabemos que una mala nutrición de la vaca puede suprimir la eventual aptitud de marmoleo de su cría, incluso antes de que nazca.
Cuando se desconoce el potencial genético para la clasificación, el margen de error nutricional es muy pequeño. Cuando se supone que el potencial genético para la clasificación es una de las ventajas de su hato, usted tiene mucho que perder al no aprovecharlo.
Con el 70% de los becerros que hoy clasifican Choice, se nos pagan premios por alcanzar esa clasificación, sólo al exceder el promedio de la planta frigorífica. ¿Qué sucede si usted apunta a ambos, es decir a la genética y al manejo, para acercarse al 100% de Choice?
Los premios se pagan en función del diferencial Choice-Select para aquellos que están 30% por encima del promedio, y por cada canal que califique para Certified Angus Beef y USDA Prime. Ésta es razón más que suficiente para asegurar una nutrición adecuada para el potencial genético –con un margen para los desafíos ambientales– en cada etapa, desde los becerros que hoy usted areta o identifica, hasta sus sistemas de cría y terminación.
Artículo publicado en la edición Mayo 2018 / No. 279 de la revista Angus de Argentina.
Adecuación y fotos por Mena Producciones
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